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¡Despedido!

Esto que voy a contar es verídico.

Ha ocurrido esta semana en uno de nuestros clientes de EEUU.

“Tienes que despedir a Sharon hoy mismo.”

Será una videoconferencia en presencia de la directora de ‘People’ (Recursos Humanos) y explicarás a Sharon que la crisis de las tecnológicas nos obliga a desprendernos de más del 20% de la plantilla y que ella está dentro de ese porcentaje.

Debes recordarle que 10 minutos después de la videoconferencia “su acceso a todos los sistemas de la compañía será cortado”

Sharon no recibe ningún tipo de compensación por parte de la empresa, no hay finiquito, no hay prestación por desempleo. Se encuentra sola ante su destino.

Conozco personalmente a Sharon (no es su verdadero nombre) y también conozco a su jefa. Doy fe, ambas son excelentes personas, trabajadoras, comprometidas que han aportado mucho valor a la empresa en forma de resultados contrastados en los últimos años.

Esta es la realidad del mercado de trabajo en EEUU.

No me voy a pronunciar si me parece bien o mal, simplemente es lo que hay. Pero sí me parece una situación interesante desde el punto de desarrollo personal.

En enero de 2013 fui citado por la directora de RRHH de una multinacional en la que trabajé durante casi 5 años y me despidió. Aunque las condiciones del despido no eran las mismas que las de Sharon recuerdo perfectamente la tristeza que sentí en ese momento. Estaba siendo rechazado por la empresa, era un apestado, un indeseable que debía salir por la puerta de atrás. Mi jefa, la directora general ni siquiera estuvo allí para decírmelo a la cara

Hoy puedo decir que fue lo mejor que me pudo pasar. Ese fue un punto de inflexión en mi vida profesional. Creé mi propia empresa de consultoría aprovechando todo el conocimiento que me había proporcionado la empresa y hoy, 10 años después, mi vida es inmensamente más rica e interesante que entonces. No puedo estar más agradecido por aquel despido.

En mi caso pude darle la vuelta, pero hay personas que no lo consiguen hacer.

Y las preguntas que hago son:

  • ¿Es necesario proteger al trabajador económicamente ante un despido?
  • ¿Eso no le hace más débil a la hora de emprender y buscar una alternativas lejos de trabajar por cuenta ajena?
  • ¿Los subsidios destruyen o lo favorecen empleo?

Dejo las respuestas para los expertos.

Crédito imagen: Pixabay

https://pixabay.com/es/vectors/personal-despido-empleado-despedido-6779620/

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