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De la estrategia a las operaciones

Vamos a acabar enero, un enero que cargaste de ilusión con nuevas estrategias que deberían llevarte a los objetivos marcados para este año.

Lo más probable es que casi nada haya cambiado, te enfrentas a las mismas rutinas, mismos problemas, mismas caras y mismas conversaciones. Tus propósitos se van disolviendo como una azucarillo en un café y te enfrentas a la misma realidad del año pasado.

Largas jornadas de trabajo, el móvil encendido para contestar a los emails a cualquier hora, nuestros hijos reclamando más atención y nuestra pareja aceptando la situación con resignación. Como bien decía Einstein si quieres obtener resultados diferentes no hagas siempre lo mismo.

LO MÁS IMPORTANTE

El síntoma más evidente de que no carburas bien como líder es el excesivo tiempo que dedicas a ejecutar acciones que no son realmente importantes para tu negocio. Y esto no es lo más grave, lo peor es que si tú no tienes foco, imagínate lo que llega a las personas que tienes a tu cargo. Por poner un ejemplo, si tú dedicas como CEO un 40% de tu tiempo (y estoy siendo muy generoso) a ejecutar acciones de la estrategia, un 60% de tu tiempo estás haciendo otras cosas. El problema es que tú transmites de manera equivalente esa proporción a tus trabajadores. Si a eso le añades que los trabajadores hacen a su vez cosas que no aportan valor a la estrategia, el problema se multiplica.

La experiencia dice que cuanto más grande es la organización más difícil es mantener el foco. Es muy habitual encontrar a personas que dedican un 10-15% de su tiempo a ejecutar acciones alineadas con la estrategia, y además en jornadas laborales que exceden lo humanamente recomendable.

Entonces, ¿Qué hacer para evitar que se rompa la conexión entre la estrategia y las operaciones en toda la organización?

Tres puntos de desconexión que debes controlar

1. ALINEAR LOS OBJETIVOS DEL NEGOCIO

El primero reside en la incapacidad que tienen los equipos de dirección a la hora alinear los objetivos del negocio. Aunque parezca increíble, es exactamente así. La prueba está en el excesivo número de KPIs (Key Performance Indicators) que resultan del diseño de la estrategia y que debes controlar y monitorizar. Unos KPIs que se multiplican como champiñones a medida que transcurre el año, muchas veces nacidos por antojo de la dirección de algún departamento. Power BI no va a resolver el problema, seguramente estás midiendo muchas cosas que nos importa. Como ves, ya estás quitando foco, y liderar es justamente lo contrario, menos es más. Es como un rayo laser que concentrar toda su energía en un punto muy pequeño, una energía que transformará lo que necesites.

Si trabajas con OKRs sabrás muy bien de lo que te hablo porque la metodología sugiere que sólo tengas 3 Objetivos y que, de cada objetivo controles tan sólo 3 o 4 indicadores clave (Key Results). Cuando limitas el número de indicadores seleccionas mucho mejor y creas foco en lo importante.

2. DESCONEXIÓN DE LA ESTRATEGIA CON LAS OPERACIONES 

El segundo punto donde se desconecta la estrategia con las operaciones es en la comunicación. Puedes hecho un buen ejercicio de foco pero no sabes cómo transmitirlo por tu organización. De nada sirve hacer unos ‘Town Halls’ o ceremonias divulgativas a principio del año o unos vídeos corporativos que se envían por email por tu organización si no hay una comunicación constante.

La estrategia y los objetivos del negocio deben comunicarse hasta la extenuación, todos los días y todas las semanas hasta que las personas de tu organización lo hayan interiorizado. Y no juzgues a tu gente porque no lo asimilan a la primera, no son incompetentes ni les falta ambición ni les falta compromiso. Son simplemente seres humanos y como tal les cuesta mucho asimilar los mensajes que otros han construido por ellos. Somos así y tu trabajo es comunicar hasta la extenuación.

Nuevamente si sabes trabajar con OKRs sabrás que el Empoderamiento genuino, el que transfiere el poder de las decisiones, solamente se consigue cuando cada individuo ha comprendido el propósito y el objetivo a conseguir, cuando es capaz de entender por qué va a trabajar desde un punto de vista de negocio, más allá de la remuneración salarial. Debes sobre-comunicar para conectar la estrategia con las operaciones.

3.  EL SISTEMA DE GESTIÓN 

Esto nos lleva al tercer punto de riesgo de desconexión, el sistema de gestión. Los sistemas de gestión tradicionales no sirven para controlar las desviaciones de la estrategia, sencillamente porque son lentos. En un mes pueden pasar muchas cosas y por ese motivo debes aumentar la frecuencia de control de los indicadores clave como mínimo a la semana. Date cuenta que en un mes tienes posibilidades de cambiar las acciones al final de la primera semana, en la segunda y a veces en la tercera.

Si esperas a final de mes, como suele ser lo habitual, no sólo es tarde sino que además no recuerdas lo que ocurrió y las reuniones de resultados se convierten en reuniones de justificación. Son autopsias del negocio. Qué nos importa saber de qué murió si ya está muerto…”

Aumentar la frecuencia de control permite fortalecer ese Empoderamiento al que hacía referencia porque mantiene a los equipos con tensión empresarial, les permite corregir las acciones (operaciones) en función de los resultados que van obteniendo, y si sabes hacerlo correctamente harás conseguido algo fundamental desde un punto de vista de desarrollo de las personas: habrás conectado su desempeño individual y grupal con los resultados del negocio que provienen de la estrategia. Y aquí es cuando tu organización se vuelve invencible, cuando tus trabajadores trabajarán alineados con la estrategia y cargarán sus agendas con las acciones que impactan en los resultados del negocio.

Si consigues que los trabajadores de tu organización dediquen un 60% de sus tiempo a a impactar en los objetivos de tu negocio lo estarás haciendo bien como líder.

MI REFLEXIÓN

Espero que este artículo te haga reflexionar sobre cómo diriges tu negocio, pero si quieres empezara a cambiar las cosas haz un experimento, pide a tres personas de tu empresa que te indiquen con la mayor precision que puedan (cuantitativamente) cuáles son los 3 principales objetivos del negocio. Verás que tienes trabajo por delante…

Si quieres transformar tu organización, reserva una reunión de presentación conmigo y podrás contarme sin compromiso los problemas o inquietudes de tu empresa.

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