Este libro muestra la forma en que los científicos ven el mundo, las estratégias y tácticas que utilizan para lograr resultados asombrosos. Ozan Varol lo aplica y compara con los problemas y retos que debes plantearte en tu vida y en tu empresa.
Después de leerlo, he podido sacar 3 lecciones principales:
Lección 1 – Deja de seguir lo que hacen los demás, si quieres ser excelente creando cosas nuevas y encontrando soluciones únicas a los problemas.
Cuando te involucras en la misma rutina todos los días, no te preguntas si tus acciones y procesos realmente conducen a los resultados deseados. Es por eso que no estás alcanzando tus metas más importantes.
Sal de la rutina siguiendo a los científicos espaciales, que utilizan el pensamiento de principios básicos. Prueba este método cuestionando cada parte del problema o la meta en la que está trabajando. Luego, identifica y deja de lado cada suposición que estás haciendo sobre lo que tienes que hacer para lograrlo. Esto le permite liberarse de la norma y realmente entrar en una mentalidad innovadora.
Lección 2 – Los experimentos son vitales si quieres asegurarte de que sus posibilidades de éxito sean altas.
El entrenamiento mental de la NASA hace que los astronautas pasen por todo tipo de simulaciones, y las diseñan para tratar de engañar a los aprendices para que cometan errores.
Prueba tus ideas, productos y presentaciones tan minuciosamente como lo hacen ellos. Intenta practicar en un entorno en el que actuarás en la realidad. Pon a prueba tus habilidades para entrevistas de trabajo con un amigo intimidante.
Sigue intentando todo lo que se te ocurra para prepararte y esfuérzate al máximo. Eventualmente te volverás tan bueno que nada puede salir mal cuando sea el momento de actuar. Sí tiene un toque masoquista, pero acaba siendo rentable.
Lección 3. Aunque no te guste, estudiar y aprender de tus fracasos es fundamental.
Estás trabajando duro para alcanzar tus metas, experimentando éxitos en el camino. Pero inevitablemente, en algún momento, tropiezas y fallas. Una cosa es seguir a la multitud y levantarse e intentarlo de nuevo, pero otra es aprender del fracaso y adaptarse.
Siga el ejemplo de James Dyson cuando se trata de esto. Falló 5126 veces durante una década y media antes de perfeccionar su innovadora aspiradora sin bolsa. Al igual que Dyson, examinar sus errores puede llevarlo al éxito si es persistente.
Parecen lecciones básicas y sencillas, y en parte lo son pero la forma de explicarlo hacen que sea más fácil ponerlo en práctica.
En el caso de que lo hayas leído, no dudes en compartir en comentarios tu opinión y aprendizaje, ¡en el debate está el tesoro!
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